Sube a un autobús de Ginebra a Chamonix-Mont-Blanc y, en 90 minutos, llega a este pueblo alpino para descubrir la belleza de las montañas.

Por la mañana, sube en teleférico hasta la cima. A más de 3842 metros, déjate impresionar por el majestuoso Mont-Blanc y todos los picos que te rodean. Si te sientes aventurero, da un paso impresionante hacia el vacío. Las tres paredes de cristal, el suelo de cristal y los paneles de cristal del techo te ofrecen una experiencia única realzada por 1.000 metros de aire libre directamente bajo tus pies, ¡con total seguridad! Mira a tu alrededor y admira los picos más altos de Europa Occidental, y contempla el glaciar de Bossons, con el mayor descenso de Europa, desde una perspectiva espectacular.

Toma fotos de paisajes increíbles desde una de las numerosas terrazas panorámicas, o caliéntate las manos con un café de la tienda. Vuelve al pueblo y tómate un tiempo libre para recomponer tus sensaciones antes de tomar el tren de montaña Montenvers para descubrir el Mar de Hielo. Se trata del mayor glaciar de Francia, que aparece en la obra Frankenstein de Mary Shelley.

Si está abierto (no garantizado), baja las escaleras para visitar las Cuevas de Hielo. Disfruta del museo y de las vistas desde la terraza panorámica, antes de regresar.